Fruto de esta presión, estas cuencas se encuentran hoy día totalmente deforestadas, con excepción de pequeñas dehesas próximas a los pueblos, y su paisaje está mayoritariamente ocupado por matorrales de aulaga y estrepa que han invadido pastizales y antiguas fincas de cultivo. Por el contrario en la mitad occidental, cuencas del Oja, Najerilla e Iregua, lo agreste de su relieve y unas condiciones medioambientales más limitantes, han dificultado las prácticas agrícolas y la proliferación de núcleos de población. Todo ello, unido a unas posibilidades mayores de recuperación natural de vegetación, ha favorecido una menor transformación de su paisaje y permanencia de numerosas masas forestales, como hayedos, robledales, carrascales y otros bosques de frondosas.
martes, 26 de octubre de 2010
Vegetacion
A pesar de ser un territorio intensamente ocupado por el hombre, todavía es posible encontrar importantes masas forestales, aunque su distribución a lo largo del sendero es muy variable, en atención a la diversidad del medio natural y a los diferentes procesos de intervención humana que en él han actuado. En efecto, la presión demográfica ha sido mucho más elevada en las cuencas orientales, Leza, Cidacos y Alhama, gracias a la existencia de unas condiciones climáticas y orográficas más favorables para la actividad agrícola, y, en consecuencia, para el asentamiento de numerosos núcleos de población.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario